En España, la situación muestra una leve mejoría.

La directora de Protección Civil, Virginia Barcones, afirmó que “el final está mucho más cerca” gracias a condiciones climáticas más favorables. Sin embargo, el daño es histórico: en solo dos semanas ardieron más de 350.000 hectáreas, elevando el total del año a más de 406.000, un récord desde que comenzaron los registros en 2006. Los incendios, que se iniciaron en medio de una ola de calor extremo con temperaturas de hasta 45 °C, han afectado principalmente a las regiones de Galicia, Castilla y León y Extremadura.