El Ministerio de Relaciones Exteriores declaró una nueva urgencia manifiesta para asegurar la expedición de pasaportes, extendiendo el contrato con la unión temporal liderada por Thomas Greg & Sons hasta el 30 de abril de 2026. La decisión se toma para evitar una interrupción en el servicio, mientras se prepara la transición a la Imprenta Nacional. A través de un decreto, la Cancillería autorizó la contratación directa para mantener “la producción, personalización, custodia y distribución de las libretas de pasaportes, así como la impresión, almacenamiento y entrega de las etiquetas de visa colombiana”. Esta medida busca garantizar la continuidad del servicio, un tema que ha estado rodeado de controversia durante meses. El Gobierno ha justificado la necesidad de que el Estado retome el control del proceso para asegurar que los datos de los colombianos no estén en manos de particulares. Se tiene previsto que a partir del 30 de agosto de 2025, la Imprenta Nacional asuma el servicio con la asesoría de la Casa de la Moneda de Portugal.
Sin embargo, esta nueva extensión contractual con Thomas Greg & Sons evidencia las dificultades en dicha transición.
El proceso ha estado bajo la lupa de los entes de control e incluso derivó en la suspensión del saliente jefe de despacho, Alfredo Saade, quien lideró parte del proceso a pesar de estar fuera de sus funciones. La Cancillería deberá poner en conocimiento de la Contraloría General tanto la declaratoria de urgencia como el contrato suscrito para el respectivo control fiscal posterior.
En resumenLa declaración de una nueva urgencia manifiesta para la expedición de pasaportes y la consecuente extensión del contrato con Thomas Greg & Sons subrayan los desafíos administrativos del Gobierno para realizar una transición ordenada del servicio. Esta medida, aunque garantiza la continuidad para los ciudadanos, mantiene viva una controversia que ha estado marcada por polémicas y escrutinio de los órganos de control.