Tras la decisión, Uribe reapareció en un acto público en Sabaneta, Antioquia, donde afirmó que su partido regresará al poder en 2026. La decisión judicial se basó en una tutela que amparó el derecho a la libertad del exmandatario, al considerar que los argumentos de la jueza de primera instancia para dictar la detención domiciliaria fueron “vagos, indeterminados e imprecisos”. El Tribunal no se pronunció sobre el fondo de la condena por soborno a testigos y fraude procesal, sino que determinó que no era proporcional ni necesario mantenerlo privado de la libertad mientras el proceso no esté en firme. La libertad de Uribe le permite reincorporarse plenamente a la arena política, hecho que se materializó de inmediato con su presencia en Sabaneta. Allí, ante cientos de simpatizantes, moderó los gritos de “fuera Petro” y los cambió por “adentro la democracia”, y aseguró que dedicará su libertad a “luchar por la libertad de Colombia”. En su discurso, también criticó la propuesta de una zona binacional con Venezuela, afirmando que busca “llevar a los soldados para proteger a Nicolás Maduro”. El regreso de Uribe a la vida pública es visto por analistas y miembros de su partido, el Centro Democrático, como un impulso significativo para la oposición de cara a las elecciones de 2026, en un momento de alta polarización política y a pocos días del fallecimiento del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, a quien Uribe planea homenajear.
