Según un análisis de La Silla Vacía, la inversión directa en municipios pasó del 6 % al 41 % del total del PGN, beneficiando a 1.036 municipios en lugar de los 210 del gobierno anterior.
Departamentos como La Guajira, Vichada y Córdoba han sido los más beneficiados.
Los proyectos se concentran en inclusión social, subsidios, reparación a víctimas y lucha contra el hambre.
No obstante, este enfoque genera riesgos significativos.
Expertos como Jorge Iván González, exdirector del DNP de Petro, critican que se atomiza la inversión en “cositas” de bajo impacto estructural, sacrificando grandes proyectos transformadores como un tren de alta velocidad. “Se gastan de a $5 millones, $10 millones en cositas.
Si usted agrupa esa plata se puede hacer un tren de gran velocidad”, explica González.
Además, muchos de estos municipios pequeños carecen de la capacidad institucional para ejecutar los recursos eficientemente, lo que se refleja en una caída en la ejecución presupuestaria y en el hecho de que la mayoría de los nuevos municipios beneficiados presentan riesgos fiscales. Este cambio se da en medio del debate sobre la descentralización y la reforma al Sistema General de Participaciones.