La propuesta de integración de las operaciones de Tigo y Movistar en Colombia se encuentra bajo el escrutinio de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que debe decidir antes del 21 de noviembre si aprueba la fusión. Esta movida empresarial, de concretarse, podría reconfigurar el mercado de las telecomunicaciones en el país, generando preocupaciones sobre una posible concentración y la creación de un duopolio. Si la SIC aprueba la fusión, el mercado de telefonía e internet móvil, donde Claro ya posee una participación dominante del 44 %, quedaría controlado en un 86 % por solo dos grandes jugadores (Claro y la nueva entidad Tigo-Movistar). Esta concentración ha generado un "llamado urgente" de ocho operadores más pequeños, como Wom y Suma, quienes advierten que la fusión, sin condicionamientos estrictos, haría "insostenible nuestra permanencia en el mercado". El gobierno de Gustavo Petro enfrenta intereses cruzados, ya que es accionista minoritario de Movistar (32,5 %) y el presidente se ha declarado opuesto a los monopolios.
La superintendente Cielo Rusinque tiene la decisión final.
Las empresas solicitantes han propuesto condicionamientos, como la venta de roaming nacional a competidores a una tarifa de 1.4 pesos por megabyte, pero los operadores minoritarios consideran estas condiciones insuficientes. Los antecedentes de otros países, como la negativa a una fusión similar en Costa Rica, son citados como referencia. La pasividad del gobierno Petro en la regulación del sector, como la ausencia de un delegado presidencial en la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) durante tres años, es vista como un factor que ha propiciado el escenario actual de concentración.
En resumenLa solicitud de integración entre Tigo y Movistar en Colombia está en una fase decisiva, con la SIC evaluando el impacto en la competencia. Mientras los operadores más pequeños alertan sobre el riesgo de un duopolio que amenazaría su supervivencia, el gobierno Petro enfrenta una decisión compleja debido a su participación en Movistar y su postura antimonopolio.