Sin embargo, la estrategia ha tenido un costo contable a corto plazo.
La compañía reportó una pérdida neta de 1.080 millones de euros hasta septiembre, atribuida al impacto de estas desinversiones, en contraste con las ganancias de 954 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Los ingresos en su unidad de Hispam (que excluye a Brasil) disminuyeron un 11,3 % en los primeros nueve meses del año. A pesar de la retirada, la compañía reportó un crecimiento en clientes de pospago y fibra óptica en los mercados que aún opera, como Colombia, México y Chile, aunque los ingresos totales en la región continúan a la baja.












