La disputa no se ha limitado al ámbito financiero.

En un movimiento agresivo, Pfizer anunció la presentación de una nueva demanda contra Novo Nordisk y Metsera por motivos antimonopolio, llevando la batalla a los tribunales. Esta acción legal busca bloquear o complicar la adquisición por parte de su rival, argumentando que podría generar una concentración indebida en el mercado y afectar la competencia. La pugna por Metsera subraya la enorme importancia estratégica que las grandes farmacéuticas le otorgan al desarrollo y control de nuevas terapias para la obesidad. Este mercado ha experimentado un crecimiento exponencial y se proyecta como uno de los más rentables de la próxima década, lo que explica la disposición de ambas compañías a realizar inversiones multimillonarias y a recurrir a estrategias legales para asegurar una posición dominante.