Por su parte, David Martínez, consejero y el mayor propietario individual de Sabadell con casi el 4% de las acciones, ha manifestado una postura díscola, afirmando que el precio de la OPA “es secundario” y que el proceso se ha visto afectado por la “interferencia política”. BBVA, por su parte, ha liberado 819 millones de dólares como garantía de su solvencia frente a la OPA, demostrando su compromiso con la operación. La negativa de Sabadell subraya las complejidades de las grandes fusiones bancarias, donde no solo el valor financiero, sino también las dinámicas de poder, la política y la visión estratégica a largo plazo juegan un papel crucial en el resultado final.