La intervención del Gobierno hace un año no ha logrado revertir la crisis. Ante este panorama, el plan de entregar la operación a Gecelca, una generadora de energía de propiedad estatal, es visto como una tabla de salvación para evitar un colapso en la prestación del servicio en la Costa Caribe. Sin embargo, gremios del sector eléctrico como Andeg han hecho un llamado urgente para que el Gobierno salde las deudas de Air-e antes de cualquier transferencia. La principal preocupación es que, sin una inyección de capital suficiente, el remedio podría ser peor que la enfermedad. Se estima que Gecelca necesitaría recursos por 1,7 billones de pesos solo para apoyar la gestión inicial y cubrir el déficit operativo. Los analistas advierten que si no se garantiza esta suficiencia financiera, la crisis de Air-e podría simplemente trasladarse a Gecelca, poniendo en riesgo también la viabilidad de la empresa estatal y perpetuando el problema del servicio de energía en la región.