Esta estrategia busca democratizar la propiedad del banco y asegurar una base de accionistas diversificada una vez que se complete la separación. La participación de un empresario local tan reconocido como Chico Pardo es vista como un voto de confianza en el futuro de Banamex como entidad independiente y podría facilitar la atracción de otros inversionistas tanto institucionales como minoritarios en las siguientes fases del proceso de venta.