La multinacional Millicom avanza en su estrategia de consolidación en América Latina con la adquisición de operaciones de Telefónica (Movistar), un movimiento que está reconfigurando el mapa de las telecomunicaciones en la región. Mientras los gobiernos de Uruguay y Ecuador ya han autorizado las ventas, la potencial integración de Tigo y Movistar en Colombia genera un intenso debate sobre la competencia en el mercado. La estrategia de Millicom busca fortalecer su presencia bajo la marca Tigo, compitiendo de manera más directa con otros gigantes regionales. En Uruguay, el Ministerio de Industria, Energía y Minería autorizó la transferencia del 100 % de las acciones de Telefónica Móviles del Uruguay a Millicom. De manera similar, la Superintendencia de Competencia Económica (SCE) de Ecuador dio luz verde a la adquisición de Otecel S.A. (Movistar Ecuador), concluyendo que la operación no afecta la estructura de competencia en los mercados de servicios móviles e internet. Estas decisiones forman parte del plan de Telefónica de reducir su exposición en Hispanoamérica para centrarse en mercados estratégicos.
Sin embargo, el escenario en Colombia es más complejo.
La posible integración de Tigo (donde Millicom es accionista mayoritario) y Movistar es analizada con lupa por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Un estudio de Analysys Mason, encargado por el competidor WOM, advierte que la fusión podría crear un “duopolio de facto” con Claro, controlando hasta el 90 % del mercado móvil. Esta concentración podría tener efectos negativos en los precios y el bienestar de los consumidores. La SIC enfrenta el reto de garantizar la pluralidad de agentes en el mercado, equilibrando la necesidad de un competidor fuerte frente a Claro con los riesgos de una excesiva concentración.
En resumenLa estrategia de Millicom para adquirir los activos de Telefónica en Latinoamérica está transformando el sector de las telecomunicaciones. Con la aprobación regulatoria en Uruguay y Ecuador, la atención se centra en Colombia, donde la posible fusión Tigo-Movistar podría crear un duopolio con Claro. La decisión final de la SIC será crucial para definir el futuro de la competencia, los precios y los servicios para los consumidores colombianos, marcando un precedente para la consolidación del mercado en la región.