El sector bancario español se encuentra en vilo ante la persistente oferta pública de adquisición (OPA) hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. A pesar de un reciente aumento en la oferta, la operación enfrenta una fuerte resistencia y un camino incierto hacia su consolidación. En un intento por asegurar el éxito de la operación, el BBVA rectificó su postura inicial y elevó en un 10 % la contraprestación ofrecida a los accionistas del Sabadell. Sin embargo, esta mejora no parece haber convencido a la cúpula de la entidad catalana. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, declaró públicamente que, con la oferta actual, el escenario más probable es que el BBVA "no llegue al 50 % ni al 30 %" de aceptación por parte de los accionistas, calificando el camino hacia el éxito de la OPA como "muy estrecho". La estrategia del BBVA no se limita al precio, sino que también incluye un acercamiento a consejeros clave del Sabadell, como el inversor mexicano David Martínez Guzmán, en un esfuerzo por ganar apoyos internos.
Adicionalmente, la fusión enfrenta un prolongado escrutinio regulatorio.
El propio BBVA estima que el proceso de aprobación por parte de las autoridades de competencia en Bruselas podría tardar hasta tres años, lo que añade una capa de complejidad y tiempo a una operación ya de por sí contenciosa. La resistencia del Sabadell y los obstáculos regulatorios mantienen el resultado de una de las mayores operaciones corporativas de España en la incertidumbre.
En resumenLa OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell se intensifica con una oferta mejorada, pero la firme oposición de la directiva del Sabadell y un largo proceso de aprobación regulatoria en Europa proyectan serias dudas sobre el éxito final de la fusión.