Esta noticia ha sido un catalizador para las acciones de Puma, que han mostrado un repunte tras meses de caídas. El interés de los inversores se produce en un momento en que la familia Pinault ha declarado que ya no persigue un interés estratégico con su participación en la marca deportiva, manteniendo “todas las opciones abiertas”. Anteriormente, en el verano de 2025, se había evaluado la posibilidad de vender la participación a gigantes chinos como Anta Sports Products y Li Ning, así como a fondos de inversión de Estados Unidos y Oriente Próximo. Sin embargo, en ese momento, la familia Pinault descartó la venta, argumentando que el valor de Puma en bolsa no reflejaba su “valor real”. Ahora, con la compañía enfrentando una revisión a la baja de sus perspectivas para el resto del año, la presión para un cambio estratégico aumenta, y la venta de la participación de Kering se perfila como una de las salidas más probables.