La SCE ecuatoriana concluyó que la operación no afecta negativamente la estructura ni la concentración de los mercados de servicios móviles, acceso a internet y portadores, garantizando que no habrá una disminución de la competencia.

Para Telefónica, estas ventas son un paso más en su estrategia de desinversión en Hispanoamérica para concentrarse en mercados que considera más estratégicos. Para Millicom, estas adquisiciones representan un fortalecimiento significativo de su presencia en la región, donde ya es un actor importante con su marca Tigo en varios países latinoamericanos.