Fondos como BlackRock, que controlan más del 10% de Sabadell, enfrentan restricciones que les impedirían acudir a la OPA en sus condiciones actuales. El camino para BBVA es, por tanto, “muy estrecho”, dependiendo de su capacidad para convencer a una mayoría de accionistas minoritarios y superar los obstáculos regulatorios y la oposición frontal del consejo de Sabadell, que busca consolidar su propio plan estratégico como alternativa a la fusión.