La operación, que podría crear un nuevo gigante bancario, ha recibido la luz verde del regulador, pero enfrenta la desconfianza del propio Sabadell sobre su viabilidad en las condiciones actuales. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España ha autorizado la OPA hostil del BBVA, un paso crucial que traslada la decisión final a los accionistas del Banco Sabadell, quienes tendrán un plazo de 30 días para aceptarla o rechazarla. A pesar de este avance regulatorio, la dirección del Sabadell ha expresado escepticismo, otorgando "menos de un 20% de probabilidades de que la opa salga adelante con los precios actuales". Esta postura refleja la tensión existente entre ambas entidades desde que el Sabadell rechazó la propuesta inicial de fusión. Por su parte, el BBVA continúa diseñando su estrategia para asegurar el éxito de la operación. Se contempla la posibilidad de que la oferta sea exitosa incluso si no se alcanza el 50% de los derechos de voto, barajando escenarios en los que una participación de control, como un 30%, podría ser suficiente para influir decisivamente en la gestión del Sabadell. La materialización de esta adquisición daría lugar a uno de los mayores conglomerados financieros de España, con un impacto significativo en la competencia y la estructura del mercado bancario.
