Se confirma que la familia Pinault está "considerando vender su participación del 29 %" y se señala que Artémis ya había intentado reducir su participación mediante un bono convertible que finalmente tuvo que ser reembolsado en efectivo debido al bajo rendimiento de la acción.

Este prolongado deseo de desinversión, junto con las recientes dificultades de Puma frente a competidores como Nike y Adidas, sugiere un cambio estratégico tanto para Artémis como, potencialmente, para Puma.