El mercado reaccionó con fuerza ante la noticia de que la familia francesa Pinault, a través de su holding Artémis, está considerando vender su participación del 29% en Puma. Las acciones de la marca deportiva alemana experimentaron un alza de hasta el 20% en la bolsa de Frankfurt, su mayor incremento desde 2001, en medio de especulaciones sobre el futuro de la compañía. El holding Artémis, que también controla el conglomerado de lujo Kering, se ha convertido en el mayor accionista de Puma desde 2018. Sin embargo, la abrupta caída de casi el 50% en el valor bursátil de la compañía durante el último año ha llevado a los Pinault a trabajar con asesores para evaluar opciones para su participación, valorada en aproximadamente 800 millones de euros. Aunque la operación se encuentra en una fase exploratoria sin certeza de que se concrete, ya se han iniciado conversaciones con posibles compradores.
Entre los interesados figuran gigantes asiáticos como Anta Sports Products y Li Ning, que han crecido mediante adquisiciones estratégicas.
También se mencionan acercamientos con empresas estadounidenses y fondos soberanos de Medio Oriente.
La posible venta se produce en un momento en que Puma atraviesa un proceso de transformación bajo el liderazgo de su nuevo CEO, Arthur Hoeld. La marca ha enfrentado dificultades por el estancamiento en la innovación de productos y la falta de entusiasmo de los consumidores, mientras competidores como Nike, Adidas y marcas emergentes como On Running y Hoka ganan terreno. A pesar de los desafíos, Puma sigue siendo un actor relevante con ventas por 8.800 millones de euros en 2024.
En resumenLa familia Pinault, a través de su holding Artémis, está explorando la venta de su participación del 29% en Puma, lo que provocó un drástico aumento en el precio de las acciones de la marca deportiva. Esta posible desinversión surge tras una significativa caída en el valor bursátil de Puma y en un momento en que la compañía busca reestructurarse para competir en un mercado cada vez más dinámico.