El superintendente Billy Escobar explicó que se actuó con celeridad para “salvaguardar el orden económico”.

Varios factores contribuyeron a la caída de la marca. Uno de los más determinantes fue un prolongado pleito legal de más de ocho años con la firma Bridgewood Capital, fundadora original de la marca, por los derechos de propiedad industrial. A esto se sumó un factor demográfico crucial: una disminución sostenida en la tasa de nacimientos en Colombia. Según datos del DANE, en 2024 se registraron un 33,4% menos de nacimientos que en 2014, lo que redujo drásticamente el mercado objetivo para la ropa infantil. La empresa, que en 2024 ya había cerrado varias de sus tiendas y suspendido su portal web, actualmente no cuenta con empleados vinculados. El proceso de liquidación se centrará en que los acreedores presenten sus reclamaciones al liquidador designado para intentar recuperar parte de sus recursos.