Entre los principales acreedores se encuentran entidades como la DIAN, Colpensiones, Porvenir y Protección.

El propio Pedro González, visiblemente afectado, atribuyó la crisis a una serie de factores acumulados, incluyendo la ola invernal de hace más de una década, el impacto de la pandemia y el paro nacional de 2021, que dispararon los costos de los insumos y mermaron las ventas.

En declaraciones a medios, expresó su dolor por la situación: “Me duele por mi familia, por los acreedores, por nuestros empleados… teníamos 208.

Es lo que más me duele”.

El proceso ahora queda en manos de un agente liquidador designado por la Supersociedades, quien se encargará de administrar los bienes restantes para saldar las deudas pendientes con los acreedores, cerrando así un capítulo importante en la gastronomía popular del país.