Los gobiernos de Venezuela y Colombia avanzan en la definición de la venta de la petroquímica Monómeros, con sede en Barranquilla, un movimiento estratégico que busca asegurar la estabilidad de la empresa y que se enmarca en una cooperación energética más amplia entre ambas naciones. La confirmación oficial llegó por parte de la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, tras una reunión en Caracas con el ministro de Energía y Minas de Colombia, Edwin Palma. En el encuentro se revisó la "hoja de ruta" acordada por ambos países para materializar la transferencia de la compañía. Este anuncio es significativo, ya que es la primera vez que el gobierno venezolano hace pública su decisión de vender la empresa, que ha sido un activo estratégico para su industria petroquímica.
El proceso se viene gestando desde hace meses.
En noviembre de 2024, el gobierno colombiano sometió a Monómeros a un régimen de supervisión especial de la Superintendencia de Sociedades, una medida preventiva para garantizar la transparencia durante el proceso de venta sin interferir en su autonomía operativa. La importancia de Monómeros radica en su papel clave para la seguridad alimentaria de la región, ya que por más de cinco décadas ha sido un proveedor fundamental de fertilizantes e insumos agrícolas para los campesinos de ambos países. La transferencia a Colombia buscaría preservar esta función y mantener la estabilidad de precios para millones de familias que dependen de la productividad agrícola. La venta de la petroquímica no es un hecho aislado, sino que se inscribe en una agenda bilateral más amplia que incluye la cooperación en los sectores de petróleo, gas y energía eléctrica, lo que evidencia una estrategia de mayor integración económica y energética entre las dos naciones vecinas.
En resumenLa venta de Monómeros a Colombia, confirmada oficialmente por Venezuela, representa un hito en las relaciones bilaterales y en la cooperación energética regional. La operación no solo busca dar estabilidad a una empresa clave para la seguridad alimentaria, sino que también fortalece los lazos económicos en sectores estratégicos como el petrolero y el gasífero, abriendo un nuevo capítulo de colaboración entre ambos países.