Según cifras de la Alcaldía de Cali, los dos conciertos generaron ingresos superiores a los 85.000 millones de pesos (aproximadamente 21 millones de dólares), con una ocupación hotelera que alcanzó el 100 %. El 51 % de los asistentes provenían de fuera de la ciudad, incluyendo turistas de España, Estados Unidos y Japón. La secretaria de Desarrollo Económico, Mabel Lara, afirmó que estos eventos “dinamizan la economía local, generan empleo y posicionan a Cali como un destino atractivo”. Tras el éxito, tanto autoridades como ciudadanos hicieron un llamado para que la ciudad sea incluida en las giras de otros grandes artistas internacionales, como Karol G y Bad Bunny.

La propia Shakira elogió la energía del público caleño, declarando: “¡Cali es puro fuego!

Que sepan todos que a Cali hay que venir sí o sí”.