La declaratoria como patrimonio sería un espaldarazo fundamental para la financiación del festival, que actualmente depende de los esfuerzos del municipio, la Gobernación de Córdoba y la empresa privada. Según el alcalde Ramírez, este reconocimiento nacional permitiría "aliviar los altos costos que implica realizar un festival de esta magnitud" y ayudaría a preservar su esencia para las nuevas generaciones. Si el proyecto es aprobado, el festival se uniría al catálogo oficial de patrimonios culturales inmateriales de Colombia.