La comunidad y los artesanos afectados han elevado una petición al alcalde de Pasto, Nicolás Toro Muñoz, solicitando que se reconsidere la decisión. Temen que la reducción de las imponentes obras artísticas disminuya el esplendor del desfile del 6 de enero y afecte la proyección de la fiesta, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.