Según Sebastián Díez, presidente ejecutivo de Inexmoda, el objetivo es “posicionar la oferta nacional como una alternativa diferenciada frente al fast fashion asiático”. Esto se reflejó en espacios como la Ruta de la Sostenibilidad, la Biblioteca de Materiales y el Mercado de Moda Circular, que impulsaron emprendimientos con impacto social y ambiental positivo. La moda urbana se consolidó como el nuevo eje creativo, con marcas como QST que llevaron la cultura callejera a la pasarela. Nicolás Giraldo, gerente de mercadeo de QST, afirmó: “Queremos que los asistentes redescubran la feria desde una mirada distinta, donde la cultura callejera se convierte en protagonista”. La feria también fue una plataforma para la visibilidad de saberes ancestrales, con la participación de más de 120 artesanos de las comunidades Arhuaca, Kankuama y Wiwa. Sin embargo, el evento no estuvo exento de controversia, ya que los herederos legítimos del compositor Rafael Escalona manifestaron su inconformidad por la inclusión de personas que, según ellos, se atribuyen falsamente ser hijas del maestro en un homenaje programado.
