El artista estadounidense Kanye West, ahora conocido como Ye, enfrenta un nuevo veto internacional luego de que las autoridades de São Paulo, Brasil, cancelaran su concierto programado para el 29 de noviembre debido a sus discursos de odio y apología al nazismo. Esta decisión marca una postura firme de la ciudad contra la propagación de ideologías extremistas en espacios públicos. La medida fue impulsada por una denuncia de la concejala Cris Monteiro, que llevó al Ministerio Público del Estado de São Paulo a ordenar la detención en flagrancia de West si interpretaba la canción “Heil Hitler” o realizaba comentarios promoviendo símbolos nazis. La fiscal Ana Beatriz Pereira de Souza Frontini respaldó la orden, recordando que “la libertad de expresión no es absoluta” y prohibiendo el uso de vestuario o insignias asociadas a dicho régimen. Inicialmente, la Prefectura de São Paulo revocó el permiso para el evento en el Autódromo de Interlagos por razones operativas, pero el alcalde Ricardo Nunes precisó posteriormente que la decisión estaba directamente ligada a la postura del músico. “En ningún espacio público permitiremos la promoción de ese discurso”, afirmó Nunes, comunicando a los productores que el artista “no es bienvenido en propiedad municipal”.
Este episodio revive las controversias que han rodeado a West desde 2022, cuando sus mensajes antisemitas le costaron contratos millonarios con marcas como Adidas y Balenciaga.
A pesar de un reciente encuentro con el rabino Yoshiyahu Yosef Pinto, donde expresó arrepentimiento atribuyendo sus acciones a su trastorno bipolar, sus antecedentes siguen generando consecuencias.
La cancelación en Brasil establece un precedente sobre la responsabilidad cívica y las repercusiones de la intolerancia en la industria del entretenimiento.
En resumenLa cancelación del concierto de Kanye West en São Paulo es una respuesta contundente a sus discursos de odio. La decisión de las autoridades brasileñas refleja una creciente intolerancia global hacia la apología de ideologías extremistas por parte de figuras públicas, priorizando la defensa de los derechos humanos sobre la libertad de expresión sin límites.