Este episodio revive las controversias que han rodeado a West desde 2022, cuando sus mensajes antisemitas le costaron contratos millonarios con marcas como Adidas y Balenciaga.

A pesar de un reciente encuentro con el rabino Yoshiyahu Yosef Pinto, donde expresó arrepentimiento atribuyendo sus acciones a su trastorno bipolar, sus antecedentes siguen generando consecuencias.

La cancelación en Brasil establece un precedente sobre la responsabilidad cívica y las repercusiones de la intolerancia en la industria del entretenimiento.