Este incidente refleja la persistente indignación pública que rodea su figura tras ser condenado por agresión sexual debido al beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso.
Durante el evento, un hombre encapuchado interrumpió la presentación lanzando tres huevos hacia Rubiales.
Aunque logró esquivar dos, uno de ellos impactó en su espalda.
Las imágenes del momento muestran a Rubiales intentando perseguir al agresor, quien fue detenido por los asistentes y posteriormente por la policía. La respuesta de Rubiales al ataque fue sorprendente y añadió un giro inesperado a la situación.
Al finalizar el evento, declaró a los medios presentes que el responsable del ataque era un familiar cercano.
“Un tío carnal mío.
Luis Rubén se llama”, afirmó Rubiales, añadiendo que el hombre “está desquiciado”.
Esta declaración personalizó el ataque, desviando la atención de una protesta anónima a un aparente conflicto familiar.
El incidente y su posterior declaración se convirtieron rápidamente en noticia, demostrando que su figura sigue generando una fuerte polarización.













