En un video, defendió su participación argumentando que su motivación principal era espiritual y que el viaje fue un “intercambio” sin guion.

“Quiero dejar algo claro: no apoyo ningún genocidio.

Defiendo la vida, sin importar nacionalidad, religión o ideología”, afirmó, aunque su explicación fue considerada superficial por muchos críticos. Por su parte, la actriz Johanna Fadul adoptó una postura más confrontacional. Desestimó la controversia como “una guerra que pasa allá y que ganará quien tenga que ganar”, y criticó a los internautas, acusándolos de ser responsables de la pérdida de una campaña publicitaria debido a la polémica. Su respuesta fue percibida como una falta de sensibilidad y avivó aún más el descontento del público.