Según múltiples reportes y videos viralizados, el directivo la llamó “idiota” y “cabeza hueca”, además de ordenarle que se callara.

La reacción de Fátima Bosch fue firme y digna, declarando ante la prensa: “Todas las delegadas, como mujeres, merecemos respeto.

Estoy aquí representando a un país y no es mi culpa que usted tenga problemas con mi organización”.

Añadió enfáticamente: “No soy una muñeca para maquillar y callar.

Vine a alzar la voz por todas las mujeres y niñas que luchan por sus causas”.

Su postura provocó que varias concursantes abandonaran el evento en señal de solidaridad.

La organización Miss Universo México condenó los hechos calificándolos de “inaceptables” y recalcó que “ninguna mujer, en ningún escenario, merece ser insultada o humillada”. La controversia escaló a tal punto que la organización internacional de Miss Universo anunció “acciones legales y corporativas” contra Itsaragrisil, limitando su participación en el resto del certamen. Raúl Rocha Cantú, presidente de la organización, expresó que no permitirá que “los valores de respeto y dignidad hacia la mujer sean violentados”.

Por su parte, Nawat Itsaragrisil ofreció una disculpa pública entre lágrimas, manifestando: “Si alguien no se siente bien, si alguien no está cómodo o afectado, pido disculpas a todos”.