y Macaulay Culkin, ambos conocidos por superar adicciones, con el mensaje: “Recuerden que las segundas oportunidades sí existen”.
Esta declaración se alinea con sus recientes confesiones, en las que ha hablado sin filtros sobre su difícil situación personal.
En una transmisión en vivo, Arrieta admitió estar en bancarrota: “Perdí todo, y por eso me estoy metiendo a La casa de los famosos, ya nos llevó el que nos trajo”.
Atribuyó su caída a problemas de salud mental y adicciones que lo afectaron durante más de siete años.
“La cagué, me tiré toda mi vida por estar metido en las drogas”, reconoció, revelando que estuvo internado en una clínica psiquiátrica y que ha luchado contra una fuerte depresión durante el último año. Su ingreso al programa es presentado por él mismo como una necesidad tanto económica como emocional, una plataforma para reconstruir su vida y reconectar con el público desde una faceta más vulnerable y honesta, aunque sin perder su característico humor ácido, al comentar: “Lo más raro que podría pasar es que me porte bien”.













