El magnate del hip-hop Sean 'Diddy' Combs fue sentenciado en Nueva York a 50 meses de prisión (cuatro años y dos meses) y a una multa de 500.000 dólares por dos cargos de transporte para ejercer la prostitución. Antes de la sentencia, el rapero pidió clemencia y expresó su arrepentimiento en una carta al juez. La condena, dictada por el juez federal Arun Subramanian, es significativamente menor a los 11 años que solicitaba la fiscalía, pero marca la caída de una de las figuras más influyentes de la música. Combs fue absuelto de cargos más graves como tráfico sexual y crimen organizado, que podrían haberle costado la cadena perpetua. La estrategia de respuesta de Combs se centró en el arrepentimiento público. En una carta enviada al juez antes de la audiencia, pidió “misericordia” y afirmó estar “destrozado” por sus acciones, atribuyéndolas a haberse “perdido en las drogas y los excesos”. Durante la audiencia, pronunció un discurso de 12 minutos en el que asumió “toda la responsabilidad” y declaró: “Mi antiguo yo murió en la cárcel y renació una nueva versión de mí mismo”.
Sus seis hijos también intervinieron pidiendo clemencia.
Sin embargo, el caso se complicó con la declaración de su expareja, Virginia Huynh, quien en una carta al juez aseguró que los fiscales la presionaron para declararse víctima de tráfico sexual, algo que ella negó. Esta revelación introduce dudas sobre las tácticas de la fiscalía.
Pese a las disculpas, el juez consideró necesaria una “sentencia sustancial” para enviar un mensaje contra el abuso hacia las mujeres, destacando las pruebas de violencia física presentadas durante el juicio, como el video donde golpea a su exnovia Cassie Ventura.
En resumenSean 'Diddy' Combs fue sentenciado a más de cuatro años de prisión por cargos relacionados con la prostitución. Su respuesta pública incluyó una carta de arrepentimiento y una disculpa en la corte, mientras una expareja denunció presiones de la fiscalía, añadiendo complejidad al mediático caso.