El momento más criticado fue cuando utilizó la ouija, preguntando: “¿Están molestos de que estemos aquí?
¿Estamos haciendo algo malo?”.
Durante la sesión, una lámpara del set se movió, lo que, según el influencer, le provocó “una sensación extraña en el pecho” y generó pánico en el equipo.
La respuesta pública a este contenido fue mayoritariamente negativa.
Usuarios en redes sociales criticaron la acción por trivializar una tragedia nacional y usar un lugar de duelo para generar vistas. “Ese lugar es sagrado, no un escenario para ganar vistas”, comentó un internauta.
Cossio, por su parte, intentó justificar su acción en el mismo video, enmarcando la visita como un acto de reflexión y respeto.
“Vinimos a buscar lo que no se nos ha perdido. Sabemos que puede ser un error, pero con respeto queremos sentir lo que pasó aquí”, expresó el influencer.
Sin embargo, esta justificación no fue suficiente para calmar las críticas, que señalan los límites éticos del contenido digital en sitios de memoria histórica y el riesgo de banalizar el sufrimiento humano para el entretenimiento.













