Rowling ha profundizado su público distanciamiento con los actores de la saga Harry Potter, en especial con Emma Watson, a raíz de sus posturas divergentes sobre los derechos de las personas transgénero. Las recientes declaraciones de la autora han reavivado el debate y la han enfrentado directamente con quienes dieron vida a sus personajes. La controversia, que ha evolucionado durante años, alcanzó un nuevo punto de tensión con las declaraciones directas de Rowling contra los protagonistas de la franquicia cinematográfica. La autora ha sido una voz prominente en el debate sobre la identidad de género, expresando puntos de vista que muchos consideran transfóbicos. Su postura ha chocado frontalmente con la de actores como Daniel Radcliffe y Emma Watson, quienes han manifestado públicamente su apoyo a la comunidad trans.
En una reciente escalada del conflicto, Rowling respondió a las críticas con un ataque personal hacia Watson.
Según los informes, la escritora afirmó sobre la actriz: “Emma tiene tan poca experiencia de la vida real que ignora lo ignorante que es”.
Esta declaración no solo evidencia una ruptura personal e ideológica, sino que también representa una estrategia de comunicación de confrontación directa.
En lugar de buscar la conciliación o matizar sus opiniones, Rowling ha optado por reafirmar su postura y descalificar a sus oponentes, incluso a aquellos que fueron fundamentales para el éxito global de su obra.
Esta táctica ha polarizado aún más a los seguidores de la saga, creando una división entre quienes apoyan a la autora y quienes defienden a los actores y a la comunidad trans.
La controversia subraya cómo una figura cultural de su magnitud utiliza su plataforma para influir en un debate social sensible, sin importar el costo para su legado o sus relaciones profesionales.