“Les dije que no lo era, pero insistieron en que sí”, escribió Huynh en su misiva.
Según su testimonio, aunque colaboró con la investigación entregando material como fotos y videos, nunca se consideró una víctima directa de tráfico sexual o prostitución forzada, conclusiones a las que, según ella, llegó la fiscalía sin su consentimiento.
A pesar de su disposición a testificar en el juicio, finalmente no fue llamada, lo que le generó dudas sobre el manejo del caso.
Este nuevo elemento surge mientras Combs, hallado culpable de dos cargos relacionados con transporte para ejercer la prostitución, espera su sentencia este 3 de octubre, enfrentando una posible condena de hasta 20 años. La fiscalía, por su parte, ha solicitado una pena de 11 años. El propio Combs también ha intentado influir en la decisión final, enviando una carta al juez en la que pide perdón a sus víctimas, justo antes de conocer su futuro judicial.