En declaraciones al programa The Benny Show, Lewandowski envió un mensaje contundente: “No hay ningún lugar donde se pueda dar refugio seguro a las personas que están en este país ilegalmente. Ni en el Super Bowl ni en ningún otro sitio.

Los encontraremos, los detendremos, los meteremos en un centro de detención y los deportaremos”.

Esta amenaza contrasta directamente con las razones que el propio Bad Bunny había esgrimido para no realizar giras en Estados Unidos. En una entrevista con la revista i-D, el artista explicó su preocupación por la seguridad de sus seguidores: “Estaba el asunto de que el p**o ICE podía estar fuera.

Y es algo que nos preocupaba”. La decisión de actuar en el Super Bowl ha sido vista por algunos como una contradicción, mientras que el propio cantante expresó que su participación es un logro “por mi gente, mi cultura y nuestra historia”.