Luisa Lafaurie Cabal, empresaria e hija de la senadora María Fernanda Cabal, se encontró en el centro de una acalorada controversia en redes sociales tras publicar una oferta de empleo para su emprendimiento de postres. La vacante, descrita como para un ‘community manager’, fue ampliamente criticada por exigir una multiplicidad de roles y responsabilidades que, según los internautas, corresponderían a varios profesionales distintos. La oferta, difundida en TikTok, solicitaba una persona que supiera “crear contenido, que piense en audiovisual, que tenga herramientas, que sepa cómo editar, que sepa contar historias”, además de cubrir eventos en la planta y en las tiendas. La polémica escaló cuando la influenciadora Karen Sevillano comentó públicamente: “Yo, que trabajo creando contenido, le digo que usted necesita como tres personas”.
La respuesta de Lafaurie a las críticas avivó aún más el debate.
En un video posterior, que luego borró, arremetió contra quienes se limitan a las funciones estipuladas en su contrato. “A mí las personas que dicen: ‘Es que eso no está en mi contrato’, chao. Porque es una persona que no va a dar la milla extra por absolutamente nada”, expresó.
Sus comentarios culminaron con una frase que fue interpretada como clasista y despectiva: sugirió que para quienes solo quieren hacer una cosa, “hay trabajo para ti, puedes ser cajero en Oxxo”.
Esta declaración fue duramente criticada y calificada como un ejemplo de explotación laboral y una muestra de desconexión con la realidad del mercado laboral colombiano.
En resumenEl incidente con la oferta de empleo de Luisa Lafaurie trascendió una simple convocatoria para convertirse en un debate nacional sobre las expectativas laborales en los emprendimientos, la precarización del trabajo y la percepción de privilegio. La respuesta de la empresaria, lejos de apaciguar la situación, reforzó las críticas y la posicionó como un ejemplo de las tensiones entre empleadores y trabajadores en la era digital.