La actriz respondió rápidamente, negando haber solicitado dicho subsidio.

En una entrevista con Blu Radio, explicó que la exoneración del pago de su matrícula se debió a un estímulo por “matrícula de honor” gracias a su excelente desempeño académico, un beneficio distinto al subsidio socioeconómico. Sin embargo, admitió que en el formulario de actualización de datos de la universidad pudo haber puesto “estrato 3” como un “acto de rebeldía” contra la estratificación social en Colombia, la cual calificó como una “vulgaridad espantosa”. De Francisco enfatizó que nunca tuvo la intención de reclamar un beneficio que no le correspondía, afirmando que “pedir un subsidio por eso es una miserableza si yo lo hubiese pedido”. Para esclarecer completamente la situación, anunció que adelantaría un derecho de petición ante la Unad y el Ministerio de Educación para que expliquen los criterios de asignación de beneficios y cómo verifican la información socioeconómica de los estudiantes.

Además, se mostró dispuesta a pagar cualquier monto que la universidad determinara si se cometió un error. La actriz atribuyó la polémica a su posición política, sugiriendo que se busca socavar su credibilidad.