La situación la llevó a denunciar públicamente amenazas de muerte contra ella y su hijo de siete años, y a emprender acciones legales para defender su honra y buen nombre. Desde que se conoció la desaparición y posterior muerte de B-King, Reyes fue objeto de señalamientos en redes sociales que la vinculaban infundadamente con el crimen. Esta situación se vio agravada por el historial conflictivo de su ruptura, que incluyó una denuncia previa de B-King en la que la responsabilizaba si algo le sucedía. Ante la escalada de acusaciones, el equipo legal de Reyes emitió un comunicado en el que negó categóricamente su participación y denunció haber recibido mensajes intimidatorios como: “Vamos a ver cómo se pone con su hijo en el colegio” y “Marcela usted tiene un hijo no vaya a ser que se le pierda”. En respuesta, la defensa de la DJ interpuso denuncias penales por injuria y calumnia ante la Fiscalía General de la Nación, argumentando que las publicaciones en su contra “rebasan los límites constitucionales de la libertad de expresión”. A pesar del acoso, Reyes expresó su dolor por la muerte de su expareja, con quien compartió siete años de relación. En un emotivo mensaje, manifestó estar “devastada” y afirmó: “Me quedo con los siete años compartidos llenos de recuerdos imborrables que no solo llevo en mi corazón, sino también mi hijo Valentine, quien creció junto a Byron”.

Su equipo legal también criticó el “tratamiento amarillista” de algunos medios, a los que acusó de desviar la atención de lo esencial y afectar su reputación.