En un comunicado, Jason Smith, vicepresidente de Sinclair, calificó las declaraciones de Kimmel como “inapropiadas y profundamente insensibles”.

La empresa exigió al presentador una disculpa pública a la familia de Kirk y una indemnización por daños morales. El caso escaló cuando el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, cuestionó a Disney (empresa matriz de ABC) y solicitó un control más estricto sobre el contenido de las cadenas nacionales, advirtiendo sobre la posible retirada de licencias de transmisión. La medida ha dividido a la opinión pública: mientras los sectores conservadores y el expresidente Donald Trump celebraron la decisión, figuras del entretenimiento y activistas como la actriz Cynthia Nixon la han condenado como un ataque a la libertad de prensa y la Primera Enmienda.