Esto no es entretenimiento, es un delito”.

La modelo busca una indemnización superior a los 50.000 dólares y responsabiliza no solo a Beéle, sino también a otras personas que habrían participado en la difusión del contenido.

Por su parte, los abogados del cantante colombiano han negado que él sea el responsable de la filtración y han pedido respeto por su intimidad. El caso ha generado un amplio debate en redes sociales, donde los seguidores han mostrado su apoyo a la modelo, convirtiendo la controversia en un precedente sobre los límites de la exposición mediática y las consecuencias legales de la violación de la privacidad.