La modelo asegura que, al terminar su relación, ella borró sus copias del material y le solicitó al cantante hacer lo mismo, petición que él presuntamente no cumplió.
En sus primeras declaraciones públicas, Ladera expresó su profundo malestar: “Nadie debería aprovecharse de la vulnerabilidad de otro para generar dinero o contenido.
Esto no es entretenimiento, es un delito”.
Por su parte, Beéle ha roto su silencio en una conversación con el streamer Westcol, negando vehementemente ser el responsable de la filtración. El artista afirmó que estas situaciones buscan destruir su carrera y su tranquilidad mental, pero que se mantiene firme. “Estas situaciones buscan destruirme, pero mantengo mi firmeza.
Nadie más que los de mala intención tratan de perjudicarme”, declaró. Los abogados de Beéle también han negado las acusaciones, solicitando respeto por la intimidad del cantante. La demanda de Ladera busca una indemnización superior a los 50 mil dólares y responsabiliza no solo a Beéle, sino también a otras personas que pudieron haber contribuido a la difusión del contenido.













