La viuda del senador Miguel Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, ha gestionado su duelo de manera pública, compartiendo detalles íntimos sobre la pérdida y el impacto en su familia. Su postura ha generado una notable atención mediática, consolidándola como una figura de resiliencia ante la tragedia que conmocionó al país. En una serie de entrevistas, Tarazona ha relatado con crudeza el dolor que atraviesa junto a sus cuatro hijos, describiendo momentos como el instante en que se enteró de la muerte de su esposo y la difícil tarea de explicarle a su hijo menor lo sucedido: “le conté que un joven malo disparó a su papá en la cabeza”. Su estrategia de comunicación ha sido de total transparencia, buscando, según sus palabras, resignificar la pérdida y honrar la memoria de Uribe Turbay. Ha descartado incursionar en la política a corto plazo, afirmando que su prioridad es reconstruir su vida y la de sus hijos. Sin embargo, uno de los puntos más controvertidos de sus declaraciones fue el incómodo episodio que vivió con la senadora María Fernanda Cabal durante el velorio.
Tarazona relató que Cabal se le acercó con un micrófono adherido a su ropa y, tras pedirle que se lo quitara, la habría amenazado en un tono que interpretó como una advertencia política. “Me mira y me amenaza, me imagino que por miedo a que yo me meta en política, diciéndome: ‘Tú no conoces Colombia, no sabes cómo es este país’”, narró Tarazona, calificando el acto como inapropiado y doloroso. Por su parte, Cabal negó las acusaciones en un comunicado, admitiendo que llevaba un micrófono por su trabajo con medios, pero asegurando que “nunca hice los comentarios que se me atribuyen”.
Este enfrentamiento público ha añadido una capa de tensión política al duelo personal de Tarazona, evidenciando las fracturas dentro del espectro político de la derecha.
En resumenMaría Claudia Tarazona ha asumido un rol público activo tras el asesinato de su esposo, Miguel Uribe Turbay, utilizando los medios para procesar su duelo y defender su legado. Sus revelaciones sobre un tenso encuentro con la senadora María Fernanda Cabal en el velorio han generado una controversia política significativa, mostrando cómo su tragedia personal se entrelaza con las disputas de poder.