Sus declaraciones sobre las dificultades para obtener la autorización han añadido un nuevo y tenso capítulo a su mediática separación. En una entrevista para el podcast “Se regalan dudas”, la artista compartió su frustración por no poder viajar con su hija fuera de Argentina, una necesidad fundamental para su carrera. “Yo necesito un permiso de viaje para poder llevarme a mi hija conmigo.
Es algo básico.
Trabajo en lo mismo que él, necesito moverme.
Ya va a pasar más de un año y ese permiso no lo tengo”, afirmó.
Cazzu relató un episodio particularmente difícil durante una reunión con abogados y una mediadora, donde se le informó que la autorización solo sería válida a partir de los cinco años de la niña y podría ser revocada en cualquier momento. La situación se agravó, según su testimonio, cuando el abogado de Nodal supuestamente declaró: “No se preocupen, mi cliente sabe que puede revocar ese permiso cuando quiera”. La cantante describió este momento como uno de los peores de su vida, sintiendo que no tenía control sobre las decisiones que afectaban a su hija.
“Todavía siento en el pecho ese momento.
Hubo un silencio de muerte en la llamada. Yo salí de ahí sin poder respirar”, confesó, subrayando el impacto emocional de la disputa legal.