Según su testimonio, el cantante fue testigo de las consecuencias dolorosas que ella enfrentaba por su causa y “nunca dio un paso al frente para protegerla”. Ladera denunció que la filtración fue un acto deliberado para dañarla en un momento en que se encontraba estable y en proceso de reconstrucción. Su equipo legal, la firma SONUS, desmintió que se tratara de una estrategia de marketing y calificó la difusión como una “violación grave” a sus derechos de intimidad, honra y dignidad, confirmando que se adelantarían acciones legales y penales. Mientras Ladera ha enfrentado la situación públicamente, afirmando que “la vergüenza recae sobre quien traicionó”, Beéle ha mantenido un notable silencio, lo que ha intensificado las críticas en su contra. La polémica también involucró a otras figuras como Yina Calderón, quien opinó sobre el video, generando a su vez una reacción negativa en redes sociales por burlarse de la situación.