Es algo básico.

Trabajo en lo mismo que él, necesito moverme.

Ya va a pasar más de un año y ese permiso no lo tengo”. El punto más crítico, según su testimonio, fue cuando el abogado de Nodal afirmó: “‘No se preocupen, mi cliente sabe que puede revocar ese permiso cuando quiera’”.

Cazzu confesó que esa declaración la dejó sin aliento y con una profunda sensación de impotencia.

“Contra eso no me da el corazón. Yo puedo luchar contra todo, contra el sistema, contra la ley… pero esto fue demasiado”, agregó.

Al hacer pública esta situación, la artista argentina expone una presunta violencia vicaria y utiliza una plataforma de gran alcance para visibilizar su lucha personal, buscando generar presión y apoyo público.