Visiblemente afectado y entre lágrimas, González apareció en un video que se viralizó rápidamente, pidiendo apoyo a los colombianos.
“Mientras la llama esté viva y el fogón encendido, hay esperanza.
Esperanza de que nuestros trabajadores y trabajadoras sigan recibiendo su sueldo”, expresó con la voz entrecortada. El comediante explicó que la crisis económica derivada de la pandemia, sumada a las altas deudas, lo llevaron a “tirar la toalla” tras hacer “hasta lo imposible” por salvar el negocio. La situación de su empresa, que contaba con 33 establecimientos y empleaba a cerca de 183 personas, lo afectó profundamente a nivel personal, confesando incluso haber sufrido de depresión y ataques de pánico.
Su principal preocupación, según manifestó, eran sus empleados y acreedores: “Lo que más me duele son los acreedores y los trabajadores”. Su llamado a la acción, bajo la etiqueta #HagámosleElGastoADonJediondo, buscaba incentivar el consumo en los locales restantes para que los ingresos, ahora administrados por un agente liquidador, se destinaran al pago de salarios. La respuesta del público fue mayoritariamente solidaria, con miles de mensajes de apoyo hacia el humorista.