La venta de las propiedades restantes no ha sido sencilla. Se ha informado de desacuerdos entre Shakira y Piqué sobre el precio final del conjunto, valorado en aproximadamente 10,99 millones de euros. Mientras la artista se habría mostrado firme en no rebajar el precio, el empresario estaría más dispuesto a negociar. La gestión de la venta se ha manejado con discreción a través de una empresa dirigida por el padre de Piqué, Joan Piqué, para evitar una mayor exposición mediática. Tras la separación, Shakira ha establecido su residencia en Miami junto a sus hijos, mientras que Piqué permanece en Barcelona, dedicado a su empresa Kosmos y cumpliendo con el acuerdo de custodia compartida. La venta de esta primera mansión simboliza el cierre progresivo de un capítulo importante en la vida de ambas celebridades, quienes continúan deshaciendo los lazos patrimoniales que construyeron durante sus doce años de relación.