La decisión invierte la narrativa pública inicial y establece medidas de protección a favor del artista. La Comisaría de Familia de la Comuna Dieciséis de Medellín emitió una resolución en la que declaró a Camila Andrea Rodríguez Ascanio responsable de ejercer múltiples formas de violencia contra Brandon de Jesús López Orozco, nombre de pila del cantante. El fallo se basó en pruebas documentales y técnicas que demostraron un patrón sostenido de agresiones físicas, psicológicas, económicas y emocionales. Un informe psicológico fue clave en la decisión, describiendo al menos tres agresiones físicas, además de episodios de manipulación emocional, control financiero, coerción de carácter religioso y conductas de 'gaslighting'. La resolución de la comisaría fue contundente al señalar que “no existen elementos probatorios que permitan afirmar una responsabilidad de señor López Orozco en las actuaciones descriptas, circunstancia contraria a los hechos atribuidos a la señora los cuales fueron soportados en elementos de prueba”. De hecho, la denuncia que Rodríguez había interpuesto inicialmente contra el artista fue desvirtuada por falta de pruebas consistentes. Como resultado, se ordenaron medidas de protección definitivas para Beéle, prohibiendo a su expareja difundir material que afecte su intimidad, obligándola a someterse a terapia para el manejo de impulsos y garantizando una comunicación respetuosa entre el cantante y sus hijos.
