En una entrevista, negó enfáticamente la ruptura y abordó las insinuaciones sobre sus motivaciones. “La gente está acostumbrada a las mentiras y a que la gente esté con otra por interés.

A mí no me interesa nada de nadie, y menos de una mujer”, afirmó, desestimando los comentarios maliciosos.

Para cerrar definitivamente las especulaciones, confirmó el estado de su relación: “Karina sabe cómo son las cosas conmigo.

Estamos bien y viviendo algo muy bonito”.

Justificó la falta de apariciones juntos por compromisos laborales y reforzó su mensaje con elogios hacia su pareja, describiéndola como “divertida, chévere y camelladora”. Esta respuesta pública y categórica es una táctica de relaciones públicas clásica para disipar rumores, reafirmar la unidad de la pareja y tranquilizar a sus seguidores, demostrando un manejo consciente de su imagen pública.