El artículo especifica que el conflicto escaló a “acusaciones de violencia verbal”. Esta confrontación pública fue una estrategia de los concursantes para exponer a Ayala y, teóricamente, influir en el voto del público a favor de Conde.

Sin embargo, la estrategia no funcionó como esperaban.

A pesar del amplio respaldo que recibió Ninel dentro de la casa y de las duras críticas hacia Ayala, fue ella quien resultó eliminada. Este resultado sugiere una desconexión entre la percepción de los concursantes y la del público votante.

El escándalo, aunque centrado en Ayala, terminó por costarle la permanencia a Conde.

Mientras tanto, otros concursantes como Abelito, con un “perfil bajo, carisma natural y cercanía con el público joven”, ganan popularidad al mantenerse al margen del drama, demostrando una estrategia de juego alternativa y efectiva.